Los manglares son ecosistemas que se encuentran entre agua dulce y salada, y su existencia proporciona al planeta muchos beneficios. ¿Sabías que los manglares pueden proteger las zonas costeras de tormentas, huracanes y tsunamis?, pues sí, los árboles de mangle ayudan a mitigar los efectos de estos desastres naturales y a su paso salvar vidas humanas.
Pero eso no es todo lo que los manglares hacen por el planeta, otros de sus beneficios es que ayudan a combatir el cambio climático, ya que secuestran el carbono y disminuyen la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Al conocer este importante dato, logramos entender la importancia de estos ecosistemas y que preservarlos debe ser una meta tanto individual como colectiva si queremos limitar el incremento de la temperatura global a 1.5 grados, tal y como lo propone el Acuerdo de París.
No olvidemos que los manglares son fuente de vida y albergan miles de especies, las cuales son importantes para salvaguardar el equilibrio ecológico. Cada especie animal y vegetal existente cumple un propósito y su extinción pondría traer consecuencias graves; romper con este equilibrio podría acabar con la vida en el planeta tal y como la conocemos. La destrucción a nivel mundial de los manglares supone pérdida de biodiversidad, desaceleración en la economía de las poblaciones que dependen de estos ecosistemas, y claramente una disminución de calidad ambiental.
Según un estudio de evaluación de manglares de la FAO titulado “Los manglares del mundo 1980-2005”, se han perdido 3,6 millones de hectáreas de manglares desde 1980, cifra equivalente a un 20% de la cobertura total en el planeta. Panamá, Indonesia, México, Pakistán, Papua Nueva Guinea registraron las mayores pérdidas de manglares durante los años 80.
Como pueden observar, Panamá ha registrado grandes pérdidas de este valioso ecosistema, por lo tanto, debemos unir esfuerzos en la preservación de los manglares y evitar que se sigan explotando.
Pensemos en las futuras generaciones y heredémosles un planeta habitable, en el cual puedan desarrollarse sin preocupaciones debido a desastres naturales extremos, suelos infértiles donde no crece nada y aire contaminado que afecta la salud. Si la población actual creció en un ambiente sano, las futuras merecen lo mismo. Es momento de actuar y preservar lo que hoy conocemos y agradecer todo lo que el planeta nos proporciona.
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